El decretazo publicado el pasado fin de semana y la “difusión” de estudios de parte de la Conagua sobre la supuesta sequía atípica en la cuenca del Río Bravo, deja el escenario listo para la extracción de agua en la presa La Boquilla en cualquier momento.
El decreto está por demás para el análisis y seguramente extralimita su competencia.
Sin embargo mientras no sea controvertido y no haya disposición en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, deja todo abierto para que en cualquier instante le abran a la llave y se lleven el agua de la presa.
Con mayor número de elementos de la Guardia Nacional, barricadas instaladas y demás sorpresas que tienen, seguramente será más difícil a los productores ejercer la misma presión.
El plena crisis por el Coronavirus los ánimos siguen caldeados y la amenaza de detenciones obviamente que está pegando a los productores.
Así que no hay que ser adivino para saber que el Gobierno Federal sigue con la intención de quererse llevar el agua de Chihuahua a otros estados y que en plena contingencia se vuelvan a presentar enfrentamientos.
