El rompimiento público entre el gobierno de Chihuahua y el gobierno federal pegará duro en varios sentidos al estado y en el tema que generó el quiebre: la guerra por el agua de la presa La Boquilla.
El truene de las mesas de seguridad y la posición del presidente Andrés Manuel López Obrador de que Chihuahua “tiene que pagar” son sólo un paso más para la intervención de la Guardia Nacional en la recuperación de la presa La Boquilla y para muestra como han ido reforzando la presencia con más elementos militares quienes tienes prácticamente el sitio como zona de guerra.
Ahora sí serán las horas críticas dentro en esta crisis.
El presidente de la república no entiende o no quiere entender que nunca se ha usado el agua de la presa para pagar el tratado con Estados Unidos, que es agua concesionada y que vaciar La Boquilla representa un gran riesgo para todos los productores de la zona, pobres y ricos.
Tampoco se descarta que estén manipulando al presidente y los subalternos sólo le pasen la información que les conviene, de otra manera no se entiende la postura que fija en las mañaneras.
Así que ahora si se vendrá el campo de batalla en la defensa del agua y por supuesto que ya con estas posiciones contrapunteadas está el tiro cantado entre Morena y el PAN para las próximas elecciones a gobernador.
*****
Columna publicada en tiempo.com.mx y Radiorama Chihuahua.
Comments